30/07/14

Uso proporcionado de la fuerza militar


Por Carlos Galansky
En respuesta a los misiles lanzados desde hace meses por los palestinos de Hamás contra la población civil de Israel, el ejército israelí inició la operación Margen Protector.
A partir del primer instante, las voces de los críticos a Israel comenzaron con el mantra de la proporcionalidad, que la respuesta israelí era desproporcionada.
A día de hoy no encontré en ningún sitio una explicación de esta gente de cómo es una respuesta proporcionada.
Por ello recurrí a consultar el libro "De la guerra" escrito por Karl von Clausewitz para saber cuál era su opinión al respecto.
Para quienes no conozcan al autor os daré una pequeña reseña del mismo. Karl Philipp Gottlieb von Clausewitz nació en Burg, ducado de Magdeburgo el 1 de julio de 1780 y falleció en Breslau el 16 de noviembre de 1831 . Fue un militar prusiano, uno de los más influyentes historiadores y teóricos de la ciencia militar moderna. Es conocido principalmente por su tratado De la guerra, en el que aborda a lo largo de ocho volúmenes un análisis sobre los conflictos armados, desde su planteamiento y motivaciones hasta su ejecución, abarcando comentarios sobre táctica, estrategia e incluso filosofía. Sus obras influyeron de forma decisiva en el desarrollo de la ciencia militar occidental, y se enseñan hoy día tanto en la mayoría de las academias militares del mundo como en cursos avanzados de gestión empresarial y marketing.
Su influencia llegó hasta los grupos beligerantes de la izquierda argentina allá por los años 1960-1970 utilizando del libro sólo esta frase  "la guerra es la continuación de la política por otros medios ".



¿Qué explicación ha dejado escrito este militar al respecto ? En el apartado 3 del capítulo I subtitulado " Uso teóricamente ilimitado de la fuerza " escribió:
"Muchas almas filantrópicas imaginan que existe una manera artística de desarmar o derrotar al adversario sin excesivo derramamiento de sangre y esto es lo que se propondría lograr el arte de la guerra. Ésta es una concepción falsa que debe ser rechazada, pese a lo agradable que pueda parecer. En asuntos tan peligrosos como la guerra, las ideas falsas inspiradas en el sentimentalismo son precisamente las peores. El uso máximo de la fuerza física no excluye de modo alguno la cooperación de la inteligencia; el que usa esta fuerza sin retroceder, obtiene una ventaja sobre el adversario.
En las luchas entre los hombres intervienen en realidad dos elementos diferentes: el sentimiento hostil y la intención hostil. En las primeras guerras de los pueblos salvajes, prevalecieron las intenciones de origen emocional; en la actualidad entre los pueblos civilizados, las inspiradas por la inteligencia. Cuán lejos estaríamos de la verdad si atribuyéramos la guerra entre hombres civilizados a actos puramente racionales de sus gobiernos y si la concibiéramos como libre siempre de todo apasionamiento, de modo que en conclusión no habría de ser necesaria la existencia física de los ejércitos, sino que bastarían las relaciones teóricas entre ellos o lo que habría de ser una especie de álgebra de la acción. Por lo tanto la guerra es un acto de fuerza y no hay límite para la aplicación de dicha fuerza. Cada adversario fuerza la mano del otro y esto redunda en acciones recíprocas teóricamente ilimitadas. Ésta es la primera acción recíproca que se nos presenta y el primer extremo. Por lo tanto la primera y más importante regla a observar es usar nuestras fuerzas enteras con la máxima energía ".
Notas: 1) Si alguien no está de acuerdo con lo escrito en el libro...pedirle explicaciones a Clausewitz y 2) Si alguien no está de acuerdo con la guerra defensiva que está librando Israel...pedirle explicaciones a Hamás.