23/10/13

Un sueño y una premonición


Por Carlos Galansky*
Tengo un sueño
Se crea el Estado Palestino. No por un acuerdo político de paz entre Israel y los países musulmanes, incluidos los palestinos, sino por un golpe del puro azar. Como muchas veces en la vida. El golpe de suerte se inicia en un movimiento telúrico al este de Jericó, cercano a la frontera jordana, junto a la carretera 90. Ese movimiento casi imperceptible es suficiente para abrir unas grietas en la tierra que permite que el petróleo del subsuelo pueda emerger a la superficie y origine una gran mancha negra pegajosa que llama la atención a un joven palestino que estaba pastoreando un rebaño de cabras y ovejas. La mancha también es detectada por una patrulla israelí. Al poco tiempo se convierte en una cuestión de estado. Comienzan las reuniones al más alto nivel en el mundo musulmán ya que esa bolsa de petroleo muy liviano de alta calidad podría convertir a Palestina en el sexto productor de petróleo de la OPEP. ¿ Van a dejar que esa riqueza la administre el Estado de Israel o por el contrario van a dar por concluida esa larga historia de rechazos a la creación del Estado Palestino? Por primera vez en su vida los palestinos están dispuestos a aplicar esa consigna de los hippies de los años 60: haz el amor y no la guerra...en este caso el amor a los petrodólares. Con el apoyo de Jordania, para así poder llevar el oleoducto junto a la carretera 65 hasta el golfo de Aqaba para su exportación a los países industrializados, y con la tecnología de extracción de petróleo de Arabia Saudí, la decisión se toma en menos de una semana. El gobierno palestino de Mahmud Abás recupera los acuerdos de Camp David del 2001, con las condiciones que la mayoría de los israelíes aceptaban como válidas y que Arafat no aceptó en ese momento. Se firma un acuerdo de creación delEstado Palestino, sin una declaración de paz, en una reunión excepcional y de urgencia de la ONU. Si bien los palestinos crean su estado no queda bien aclarado si hacen o no la paz con Israel. Ellos declaran que el acuerdo no incluye una paz, porque nunca habían declarado la guerra a Israel. Para los palestinos la etapa de dedicarse a destruir al Estado de Israel se convierte en una etapa de construir su propio estado, disfrutando de la vida en vez de la muerte. En mi sueño aparece una pregunta ¿ podrán los palestinos cambiar su mentalidad habituada a destruir el Estado de Israel para llevarles a construir su propio Estado ?
Tengo una premonición.
Históricamente nadie había explícitamente declarado la guerra a los judíos. Simplemente a los judíos se los persiguió. La paranoia de algunos individuos y/o grupos sociales unida a la idea de la conspiración judía, lo que en términos argentinos se da en llamar la mentalidad conspiranoica,fue el hilo conductor de la persecución historia de los judíos durante siglos. Cronológicamente fue así:
Los primeros en perseguir a los judíos fueron los católicos. Sin pretender hacer un debate religioso sino social, los primeros católicos fueron perseguidos por los romanos, el imperio dominante. Su situación cambió entre los años 306-337 al convertirse al cristianismo el emperador Constantino. Ahora eran poder y comenzaron a perseguir a sus antiguos hermanos judíos al grito de “pueblo deicida” ya que formaba parte de su doctrina religiosa. Algunos judíos viendo el panorama desolador de ser la diana de tanto odio, se convirtieron al catolicismo. Pero esto tampoco gustó a las autoridades católicas que veían en ello una especie de conspiración. Por ello crearon la Inquisición, con sus Tribunales de la Pureza de Sangre además de propagar algunos episodios puntuales de maldad judía como la del santo niño de la Guardia (Toledo). Hasta que en el Concilio Vaticano II, en octubre de 1962, la valentía del papa Juan XXIII, dio fin a la acusación de “pueblo deicida” en la declaración Nostra Aeate (Nuestro Tiempo). Claro eso en los papeles. A día de hoy considero que los católicos, no así los cristianos, siguen con su mentalidad conspiranoica. Su antijudaismo religioso nos lo recuerdan cada año en las procesiones de Semana Santa.
Los segundos en perseguir a los judíos fueron los sectores políticos conservadores-reaccionarios. El antisemitismo político se inició a finales del siglo XIX, en Alemania con la Liga Antisemita de Wilhem Marr y en Francia con el caso Dreyfus como acontecimiento mediático. Tuvo también su correlato en la Rusia zarista con la publicación por la Ojrana del libro anti-liberal Los Protocolos de los Sabios de Sión. Todos con mentalidad conspiranoica. Además en la Rusia zarista dio comienzo, hay que reconocerlo, el exterminio de judíos. Lo llamaron pogrom.
Los terceros en perseguir a los judíos alcanzando el grado más extremo de salvajismo fue el nazismo. Esta persecución política-racista alcanzó el grado más alto en la historia de la mentalidad conspiranoica. Hitler y sus verdugos voluntarios en la Alemania de los años 1930 son hasta ahora insuperables en ese sentido. El exterminio industrializado de judíos se recuerda como Holocausto (Shoa).
Los cuartos en perseguir a los judíos, dentro de los sectores políticos en el siglo XX, fue el stalinismo. Fue Stalin quien impregnó esa mentalidad conspiranoica. Los judíos comunistas que expresaron un sentimiento de simpatía hacia su origen cultural, tan sólo por eso, fueron declarados cosmopolitas. Su caída en desgracia vino acompañada con destituciones de sus cargos, con su deportación a los gulags o directamente fusilados por enemigos del pueblo. Dos relatos, de los miles, así lo testifican. El primero en relación con la mayoría de los miembros del Comité Judío Antifascista. El caso del secretario del CJAF, Solomon Mijoels fue tragicómico. “Mijoels era un tipo demasiado célebre para ser detenido, por eso se optó por la solución que parezca un accidente. Durante la Segunda Guerra Mundial, al frente del Comité Judío Antifascista, había viajado por varios países para llamar la atención del mundo sobre la apremiante situación de los judíos con el fin de reunir fondos para el esfuerzo de guerra soviético. En Estados Unidos fue recibido, entre otros, por Albert Einstein. El CJAF en realidad había sido organizado por el NKVD, ya que Stalin se había dado cuenta de la utilidad de los judíos soviéticos para obtener la ayuda de los Estados Unidos. Eso sí, oficialmente estaba presidido por Mijoels y supervisado por Solomon Lozovsky, un judío de la vieja guardia bolchevique que tenía un alto cargo en el Comisariado de Asuntos Exteriores de Molotov (y que también terminaría asesinado por Stalin). Pero, a ojos de Stalin, tras la guerra el cargo se le había subido a Mijoels a la cabeza y se había convertido en un individuo peligroso. Insistía en rememorar el genocidio de los judíos perpetrado por los nazis y de esa forma trató de que se publicara en la Unión Soviética -sin conseguirlo- una colección de documentos y testimonios sobre los asesinatos en masa en los territorios ocupados reunida por Ilya Ehrenburg y Vasili Grossman, conocida como El Libro Negro. En opinión de Stalin, Mijoels había pasado de hacer propaganda soviética a hacer propaganda judía. El 12 de enero de 1948 Mijoels fue asesinado en Bielorusia. Según palabras de Stalin : Han matado a Mijoels...en un accidente de automóvil”. El segundo relato es el caso de la mujer del Comisario de Asuntos Exteriores V. Molotov, Polina Zhemchuzhina de origen judía. Fue declarada espía al servicio de Israel luego de la visita de Golda Meir, como embajadora de Israel en la URSS en 1948, y hablar con ella en yiddish. Fue condenada a un gulag en Kasajistán durante los últimos 5 años de vida de Stalin. Lamentable fue el comportamiento de su marido que no la defendió durante la reunión del CC de la URSS donde se la condenó. De aquellos polvos vienen estos lodos. Los descendientes del stalinismo mantienen vigente hoy su antisemitismo, elevado a la nueva categoría de anti-israelismo.
Los quintos en perseguir a los judíos actualmente es el islamismo violento, una mezcla de religiosidad y política, pero con la misma mentalidad conspiranoica. De ellos escribió Joseph Antón en sus Memorias: “ Esta gente está en contra, por mencionar solo una breve lista, de la libertad de expresión, del sistema político multipartidista, del sufragio universal para adultos, del gobierno obligado a rendir cuentas, de los judíos, de los homosexuales, de los derechos de la mujer, del pluralismo, del secularismo, de la minifalda, del baile, del afeitado de la barba, de la teoría de la evolución, del sexo. Según su visión del mundo, ellos tienen sus certezas absolutas, mientras que nosotros nos sumimos en excesos sibaríticos. No los derrotaremos mediante la guerra, sino eligiendo una forma de vida sin miedo. ¿Cómo se derrota el terrorismo? Sin aterrorizarse. Sin permitir que el miedo rija nuestra vida. Aunque uno esté asustado.
En conclusión mi premonición es que el antijudaismo religioso, unido al clásico antisemitismo político más el antiisraelismo como etapa superior de ambos, se mantendrán vigente aunque los palestinos tengan su estado. Es consustancial a la mentalidad conspiranoica de los grupos religiosos y políticos que señalé.
Según el médico judío León Pinsker de Odesa, en su obra “Autoemancipación”, escrita en 1881: “La judeofobia es una psicosis. En cuanto psicosis, es hereditaria y en cuanto enfermedad heredada desde hace dos milenios, incurable”. Comparto su opinión.
* socio-fundador de AGAI