Por Carlos Galansky*
Tengo un sueño
Se crea el Estado Palestino. No por un acuerdo político de paz
entre Israel y los países musulmanes, incluidos los palestinos, sino por un
golpe del puro azar. Como muchas veces en la vida. El golpe de suerte se inicia
en un movimiento telúrico al este de Jericó, cercano a la frontera jordana,
junto a la carretera 90. Ese movimiento casi imperceptible es suficiente para
abrir unas grietas en la tierra que permite que el petróleo del subsuelo pueda
emerger a la superficie y origine una gran mancha negra pegajosa que llama la
atención a un joven palestino que estaba pastoreando un rebaño de cabras y
ovejas. La mancha también es detectada por una patrulla israelí. Al poco tiempo
se convierte en una cuestión de estado. Comienzan las reuniones al más alto
nivel en el mundo musulmán ya que esa bolsa de petroleo muy liviano de alta
calidad podría convertir a Palestina en el sexto productor de petróleo de la
OPEP. ¿ Van a dejar que esa riqueza la administre el Estado de Israel o por el
contrario van a dar por concluida esa larga historia de rechazos a la creación
del Estado Palestino? Por primera vez en su vida los palestinos están
dispuestos a aplicar esa consigna de los hippies de los años 60: haz el amor y
no la guerra...en este caso el amor a los petrodólares. Con el apoyo de
Jordania, para así poder llevar el oleoducto junto a la carretera 65 hasta el
golfo de Aqaba para su exportación a los países industrializados, y con la
tecnología de extracción de petróleo de Arabia Saudí, la decisión se toma en
menos de una semana. El gobierno palestino de Mahmud Abás recupera los acuerdos
de Camp David del 2001, con las condiciones que la mayoría de los israelíes
aceptaban como válidas y que Arafat no aceptó en ese momento. Se firma un
acuerdo de creación delEstado Palestino, sin una declaración de paz, en una
reunión excepcional y de urgencia de la ONU. Si bien los palestinos crean su
estado no queda bien aclarado si hacen o no la paz con Israel. Ellos declaran que
el acuerdo no incluye una paz, porque nunca habían declarado la guerra a
Israel. Para los palestinos la etapa de dedicarse a destruir al Estado de
Israel se convierte en una etapa de construir su propio estado, disfrutando de
la vida en vez de la muerte. En mi sueño aparece una pregunta ¿ podrán los
palestinos cambiar su mentalidad habituada a destruir el Estado de
Israel para llevarles a construir su propio Estado ?
Tengo una premonición.
Históricamente nadie había explícitamente declarado la guerra a los
judíos. Simplemente a los judíos se los persiguió. La paranoia de algunos individuos y/o grupos
sociales unida a la idea de la conspiración judía, lo que en términos
argentinos se da en llamar la
mentalidad conspiranoica,fue el hilo conductor de la persecución
historia de los judíos durante siglos. Cronológicamente fue así:
Los primeros en perseguir a los judíos fueron los católicos. Sin pretender hacer un debate
religioso sino social, los primeros católicos fueron perseguidos por los
romanos, el imperio dominante. Su situación cambió entre los años 306-337 al
convertirse al cristianismo el emperador Constantino. Ahora eran poder y
comenzaron a perseguir a sus antiguos hermanos judíos al grito de “pueblo
deicida” ya que formaba parte de su doctrina religiosa. Algunos judíos viendo
el panorama desolador de ser la diana de tanto odio, se convirtieron al
catolicismo. Pero esto tampoco gustó a las autoridades católicas que veían en
ello una especie de conspiración. Por ello crearon la Inquisición, con sus Tribunales
de la Pureza de Sangre además de propagar algunos episodios puntuales de maldad
judía como la del santo niño de la Guardia (Toledo). Hasta que en el Concilio
Vaticano II, en octubre de 1962, la valentía del papa Juan XXIII, dio fin a la
acusación de “pueblo deicida” en la declaración Nostra Aeate (Nuestro Tiempo).
Claro eso en los papeles. A día de hoy considero que los católicos, no así los
cristianos, siguen con su mentalidad
conspiranoica. Su antijudaismo religioso nos lo recuerdan cada año en las
procesiones de Semana Santa.
Los segundos en perseguir a los judíos fueron los sectores
políticos conservadores-reaccionarios. El antisemitismo político
se inició a finales del siglo XIX, en Alemania con la Liga Antisemita de Wilhem
Marr y en Francia con el caso Dreyfus como acontecimiento mediático. Tuvo
también su correlato en la Rusia zarista con la publicación por la Ojrana del
libro anti-liberal Los Protocolos de los Sabios de Sión. Todos con mentalidad conspiranoica.
Además en la Rusia zarista dio comienzo, hay que reconocerlo, el exterminio de
judíos. Lo llamaron pogrom.
Los terceros en perseguir a los judíos alcanzando el grado más extremo de
salvajismo fue el nazismo. Esta persecución política-racista
alcanzó el grado más alto en la historia de la mentalidad conspiranoica. Hitler y sus verdugos voluntarios en
la Alemania de los años 1930 son hasta ahora insuperables en ese sentido. El
exterminio industrializado de judíos se recuerda como Holocausto (Shoa).
Los cuartos en perseguir a los judíos, dentro de los sectores
políticos en el siglo XX, fue el stalinismo. Fue Stalin quien impregnó esa mentalidad conspiranoica. Los judíos comunistas que expresaron
un sentimiento de simpatía hacia su origen cultural, tan sólo por eso, fueron
declarados cosmopolitas. Su caída en desgracia vino acompañada con
destituciones de sus cargos, con su deportación a los gulags o directamente
fusilados por enemigos del pueblo. Dos relatos, de los miles, así lo
testifican. El primero en relación con la mayoría de los miembros del Comité
Judío Antifascista. El caso del secretario del CJAF, Solomon Mijoels fue
tragicómico. “Mijoels era un tipo demasiado célebre para ser detenido, por
eso se optó por la solución que parezca un accidente. Durante la
Segunda Guerra Mundial, al frente del Comité Judío Antifascista, había viajado
por varios países para llamar la atención del mundo sobre la apremiante
situación de los judíos con el fin de reunir fondos para el esfuerzo de guerra
soviético. En Estados Unidos fue recibido, entre otros, por Albert Einstein. El CJAF en realidad había sido
organizado por el NKVD, ya que Stalin se había dado cuenta de la utilidad de
los judíos soviéticos para obtener la ayuda de los Estados Unidos. Eso sí,
oficialmente estaba presidido por Mijoels y supervisado por Solomon Lozovsky,
un judío de la vieja guardia bolchevique que tenía un alto cargo en el
Comisariado de Asuntos Exteriores de Molotov (y que también terminaría
asesinado por Stalin). Pero, a ojos de Stalin, tras la guerra el cargo se le
había subido a Mijoels a la cabeza y se había convertido en un individuo
peligroso. Insistía en rememorar el genocidio de los judíos perpetrado por los
nazis y de esa forma trató de que se publicara en la Unión Soviética -sin
conseguirlo- una colección de documentos y testimonios sobre los asesinatos en
masa en los territorios ocupados reunida por Ilya Ehrenburg y Vasili Grossman,
conocida como El Libro Negro. En opinión de Stalin,
Mijoels había pasado de hacer propaganda soviética a hacer propaganda judía. El
12 de enero de 1948 Mijoels fue asesinado en Bielorusia. Según palabras de
Stalin : Han matado a Mijoels...en un accidente de automóvil”. El segundo
relato es el caso de la mujer del Comisario de Asuntos Exteriores V. Molotov,
Polina Zhemchuzhina de origen judía. Fue declarada espía al servicio de Israel
luego de la visita de Golda Meir, como embajadora de Israel en la URSS en 1948,
y hablar con ella en yiddish. Fue condenada a un gulag en Kasajistán durante
los últimos 5 años de vida de Stalin. Lamentable fue el comportamiento de su
marido que no la defendió durante la reunión del CC de la URSS donde se la
condenó. De aquellos polvos vienen estos lodos. Los descendientes del
stalinismo mantienen vigente hoy su antisemitismo, elevado a la nueva categoría
de anti-israelismo.
Los quintos en perseguir a los judíos actualmente es el
islamismo violento, una mezcla de religiosidad y política, pero con la misma mentalidad conspiranoica. De ellos escribió Joseph Antón en sus
Memorias: “ Esta gente está en
contra, por mencionar solo una breve lista, de la libertad de expresión, del
sistema político multipartidista, del sufragio universal para adultos, del
gobierno obligado a rendir cuentas, de los judíos, de los homosexuales, de los
derechos de la mujer, del pluralismo, del secularismo, de la minifalda, del
baile, del afeitado de la barba, de la teoría de la evolución, del sexo. Según
su visión del mundo, ellos tienen sus certezas absolutas, mientras que nosotros
nos sumimos en excesos sibaríticos. No los derrotaremos mediante la guerra,
sino eligiendo una forma de vida sin miedo. ¿Cómo se derrota el terrorismo? Sin
aterrorizarse. Sin permitir que el miedo rija nuestra vida. Aunque uno esté
asustado.”
En conclusión mi premonición es que el antijudaismo religioso,
unido al clásico antisemitismo político más el antiisraelismo como etapa
superior de ambos, se mantendrán vigente aunque los palestinos tengan su
estado. Es consustancial a la mentalidad
conspiranoica de los grupos
religiosos y políticos que señalé.
Según el médico judío León Pinsker de Odesa, en su obra
“Autoemancipación”, escrita en 1881: “La judeofobia es una psicosis. En
cuanto psicosis, es hereditaria y en cuanto enfermedad heredada desde hace dos
milenios, incurable”. Comparto su opinión.
* socio-fundador de AGAI