Por Raquel Lage Cuiñas*
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Israel celebra estos días su proclamación como estado el 14 de Mayo de 1948 y me emocionan hoy las palabras de su presidente Peres cuando dice que este país pasará a la historia como un milagro. Es fácil y está bien visto atacarlo gratuitamente en algunos medios. Fácil desde la perspectiva de quienes dormían cuando hace 64 años sus habitantes marchaban hacia las cámaras de gas. Es fácil cuando se ignora el entorno en el que salió adelante con la amenaza permanente de países como Líbano, Siria, Irak, Jordania, Egipto, Libia o Arabia Saudita. Fácil, cuando no se ha pensado cómo hace 61 años decretaron que había que echar a los judíos al mar y en sólo 6 días esta amenaza se convirtió en nada...
.Pero es difícil comprender cómo Israel sigue ahí ha convertido el desierto en un vergel que vende naranjas a todo el mundo, que ha enviado su propio satélite al espacio, que apenas acusa la crisis que azota al mundo entero porque apuesta con fuerza por la innovación y que lucha con tesón como única democracia de la zona contra la amenaza que lo ha escogido como puerta de entrada al resto del mundo civilizado: el terrorismo islamista. Es difícil atacar a Israel desde el desconocimiento de la dureza y la fe de la gente que lo ha levantado desde la nada, desde la fe de gentes que sin tener nada quisieron tener lo que todos los hombres: un estado en el que ser libres como todos los demás. En el que trabajar, vivir, celebrar la vida y aportar al mundo riqueza y creatividad. Es difícil de comprender, pero les invito a intentarlo desde la libertad y el no prejuicio y a que confíen en las palabras proféticas de su presidente: este país pasará sin duda a la historia como un milagro. Quisiera con estas palabras acercar sus corazones a una gran tierra desconocida, mil veces disputada que está de cumpleaños y a sus habitantes decirles, como su primera ministra Golea MIR hace 61 años, ¡Judíos, Mazas Nov! (¡Buena suerte!)
.* Raquel Lage é socia de AGAI. Publicado no xornal Faro de Vigo - 02.05.09
