17/01/15

Entrevista con Gustavo D.Perednik en Atlántico Diario

 
Pedro Gómez-Valadés (esq) e Gustavo D,Perednik onte en Vigo

Unha entrevista de José Teo Andrés
 
El israelí Gustavo Daniel Perednik habló ayer en Vigo sobre las "distorsiones en el Holocausto" y su visión del conflicto con los palestinos. Perednik, nacido en Buenos Aires pero reside en Jerusalén desde hace 25 años, es escritor, filósofo y activista contra la "judeofobia". Su conferencia estaba organizada por la Asociación Galega de Amizade con Israel que dirige Pedro Gómez-Valadés. 
-¿Cuáles son las distorsiones que usted encuentra sobre el Holocausto judío?

Escribí un libro cuya parte central son las distorsiones que se basa en el hecho cierto de que el caso judío es único: mataron a  seis millones de personas y no se puede comparar  con otros genocidios. A veces se oye que no fue algo especial, que en toda guerra hay holocausto, en África o Sudamérica. Ese el tipo de banalización a la que me refiero, cuando se compara con otros males, o cuando se dice que Israel es el culpable. 
-Pero es cierto que hubo otros genocidios antes y sobre todo después del holocausto.
Nunca hubo en la historia humana la destrucción sistemática de otro bebe de otra nación, no importa lo que pensaran sus padres, todos eran enemigos de Alemania y tenían que ser destruidos. Con esta intención no había ocurrido, ni tiene precedentes, y eso sin hablar del sadismo de realizar experimentos con seres humanos. Estas dos condiciones, el método y el objetivo, no tiene parangón. Y  sus dimensiones: de 18 millones de judíos quedaron 12 millones. Comparar eso con cualquier otra matanza es sencillamente banazalizarlo. Y lo hicieron y hacen muchos. Saramago, premio Nobel, cuando llega a Ramala en 2002 dice que es Auschwitz. ¿Qué es eso sino la negación del holocausto? 
-Está el caso de Pol Pot en Camboya, que acabó de forma sistemática con un tercio de su población.
Pol Pot, que sería lo más próximo al caso judío, es un crimen político. En su cabeza, todos los camboyanos tenían que ser campesinos e iletrados. También está la revolución de Mao, que supuso unos 60 millones de muertos, pero no se propuso destruir a los chinos. Asesinatos hubo, pero el intento alemán de erradicar a todos los judíos va mucho más allá. 
-¿Ve posibilidades de arreglo al eterno conflicto palestino?
Eterno, especialmente para los que los sufrimos. Las bombas nos caen a nosotros, y cuando tratamos de defendernos, acabamos siendo la causa del conflicto. El conflicto tiene fácil definición: hay un intento explícito de destruir Israel, que  trata de defenderse y comete errores, pero la lupa está siempre sobre los errores de Israel y no en la naturaleza de la agresión. Hace años que los palestinos no quieren negociar. Una parte no quiere negociar, y decide asociarse a Hamás, que es una organización que tiene como objetivo matar judíos, lo anuncia de forma explícita, y Europa hace caso omiso. En 2007, Israel se convirtió en la única democracia que evacuó a su población al expulsar a judíos a Gaza para entregar la tierra a los palestinos. Y lo que hicieron fue destruir hasta la última casa y última plantación y decir que ha comenzado la destrucción total. Es la cultura de la muerte. 
-No será igual con todos los palestinos. Hay cientos de miles que viven en Israel.
Y son la creme de la creme, los que viven con más derechos humanos, elecciones, universidades, y sin derecho a matar a sus  mujeres. Ellos dicen que votan con los pies: quieren vivir bajo la ocupación del monstruo sionista y no bajo Hamás.  
-¿Entonces, habrá algún día paz?
En estos momentos tenemos un tratado de paz muy bueno con Egipto y Jordania y habrá con el resto, lo veremos, de acá a una década. Pero con Hamás es imposible, es como un partido nazi.
-¿Qué le parece lo ocurrido en Francia? 
Con horror, por supuesto. Me encuentro entre aquellos que podemos decir que venimos anunciándolo. Francia es la más ciega de las naciones europeas, sigue reaccionando igual: echando la culpa a unos pocos cuando es una ideología general: el islamismo le ha decretado la guerra a la mujer y su dignidad, y a los derechos humanos. Hasta que les declaremos la guerra no estarán vencidos. Tenemos una guerra contra Islam.
-¿Cómo se vive en Jerusalén en el día a día? 
No ha dejado de ser fascinaste y estimulante. Llevo casi 30 años en Israel. Y soy también argentino. La vida es mucho más apacible de lo que podría suponer desde el exterior, y mientras no hay bombas vivimos creativamente y además nos encontramos en una época de mucha inmigración a Israel. En 2015 Israel pasará  a tener 6,2 millones de judíos de los 13 millones que hay en el mundo, la mitad de todos. Tiene mucha significación: se cumplirá su sueño reunificador, tras haber comenzado con muy pocos