Por Marcos Besteiro
Leyendo el libro El tercer Reich y los
judíos - Los años del exterminio (1939-1945) del autor Saul Friedländer,
podemos encontrar párrafos como el siguiente:
El 25 de enero de 1942 Hitler ofreció datos
históricos y comentarios inusitadamente francos sobre el destino de los judíos,
para beneficio de dos entendidos, Lammers y Himmler: “Hay que hacerlo rápidamente – les dijo -. El judío debe ser eliminado
de Europa. Si no es así, no obtendremos ninguna colaboración europea. Él
provoca en todas partes. Al final no sé: Soy tan inmensamente humano…(Ich bin
so kolossal human). En tiempos del gobierno papal en Roma maltrataron a los
judíos. Hasta 1830 cada año llevaban a la ciudad a ocho judíos en burros. Yo
sólo digo que él [el judío] debe irse. Si mientras tanto acaba destruido, no
puedo evitarlo. Sólo veo una opción: el exterminio total, si no se van
voluntariamente. ¿Por qué iba a contemplar a un judío de forma distinta a un
prisionero ruso? En los campos de prisioneros mueren muchos, porque se han
visto empujados a esa situación por los judíos. Pero ¿qué puedo hacer yo? ¿Por
qué han empujado esta guerra los judíos?”
De este párrafo me ha llamado la atención,
además de la frase que encabeza este artículo, esa última pregunta que formuló
Hitler: ¿Por qué han empujado esta guerra
los judíos?”.
¿Cómo es posible que un gobernante que
inició la guerra a Polonia, Francia, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Inglaterra….y
toda la URSS pueda hacerse esa pregunta?
Quizás la respuesta esté en el siguiente
párrafo del mismo libro:
Siguiendo las órdenes de Hitler, las
conferencias militares diarias a partir de entonces se registraban
estenográficamente, para que sus palabras no se pudieran tergiversar. Según la
anotación del diario de Hassell del 26 de septiembre de 1942, Ferdinand
Sauerbruch, director del hospital de la Charité de Berlín, cirujano de fama
mundial y probablemente la autoridad médica más eminente de la Alemania de la
época, le dijo (después de reunirse con Hitler durante aquellos mismos días): “Ahora está loco, incuestionablemente”.
(Er sei jetzt unzweifelhaft verrückt).
Hoy en día hay gobernantes y grupos
propalestinos que concuerdan con la reflexión hitleriana del primer párrafo: la
guerra la iniciaron los judíos-israelíes en junio de 1967 ocupando territorios
palestinos. Se olvidan que fueron cinco países árabes en mayo de 1948 quienes
iniciaron la guerra de exterminio (¡los arrojaremos al mar¡) al no aceptar el
plan de partición de la Palestina británica votado en la ONU en noviembre de
1947 (resolución nº 181).
Quizás el segundo párrafo explique el fondo
del asunto.